La industria cárnica clama contra la subida del precio de la luz

Ante el incremento del precio de la luz hasta máximos históricos, la industria cárnica pide medidas por parte del gobierno para reducir su fuerte impacto en el sector

La subida del precio de la luz ha afectado a toda la sociedad en general y a la industria cárnica en particular. La fuerte escalada del precio de la luz está suponiendo para ganaderos, productores y comerciantes de carne un duro aumento en sus costes, en los que la energía juega un papel esencial en el mantenimiento del producto para asegurar su calidad.

Desde que la pasada primavera comenzara la escalada en la subida del precio de la luz, la industria cárnica no ha visto alterado su consumo, pero sí el precio que ha pagado por él, junto con otros sectores. En el caso del sector cárnico, a los gastos habituales por electricidad se le añade el fuerte incremento en el gasto por cámaras frigoríficas, mostradores o salas de frío, que están notando los productores ganaderos y dueños de pequeñas y medianas empresas, así como carnicerías y charcuterías.

Diferentes asociaciones de la industria han apuntado desde principio de mes las dificultades que esta subida puede implicar si no se toman medidas urgentes. Anafric ponía de relieve la semana pasada que esta situación insostenible ponía en peligro la recuperación económica que se había previsto desde el gobierno al ser el sector carne “dependiente total del consumo energético para asegurar un producto de excelente calidad».

Por su parte, la Confederación Española de Detallistas de la carne (Cedecarne) ha apuntado que el 94% de las carnicerías y charcuterías españolas han notado negativamente el incremento de la luz. Desde la asociación reclamaban medidas para solucionar las situación de pymes y autónomos, que se están viendo abocados al cierre de sus negocios, de no poder hacer frente a los gastos energéticos.

La subida de la luz es un problema para los hogares, pero a nivel empresarial es de máxima relevancia recalcar la necesidad de soluciones para la recuperación de un sector que funciona en cadena y que puede verse gravemente afectada desde todos sus eslabones: desde los mataderos y salas de despiece que cuentan con almacenamiento en frío, hasta los comerciantes y productores que deben asegurar la calidad de la carne producida en las instalaciones de procesado. Todo conforma un cordón del que muchos pueden verse afectados, incluidas las exportaciones al extranjero. La industria cárnica se mantiene cautelosa y a la espera de soluciones hasta la estabilización de la tarifa prevista, ya para la primavera que viene.