Garantizar la seguridad alimentaria y por ello la inocuidad en el matadero, es posible gracias a la automatización de los procesos.
Siempre ha sido importante garantizar la inocuidad de los alimentos, y en un matadero, es la máxima a seguir. La inocuidad alimentaria en el matadero es la ausencia de riesgo de contaminación del producto a consumir, por eso en las líneas de sacrificio es capital el asegurar el buen estado la canal y la eliminación de riesgo de contaminación. Los avances en automatización han conseguido que cada vez más predomine la calidad total de la carne, en ausencia de cualquier infección.
En las líneas de sacrificio, la carne de porcino es una de las más complicadas de tratar y más susceptible de contaminación, debido a los procesos por los que pasan las canales antes de su almacenamiento, enfriamiento y corte. Para asegurar que no aparecen indicios de salmonela o legionela es clave contar con una línea de faenado porcino automatizada. Con la automatización de la línea, se consigue eliminar el riesgo de contaminación y se reducen además el esfuerzo humano y el número de operadores. Llevar a cabo esta automatización pasa por la incorporación de escaldes que no requieran la labor de arrastre por parte de un operador, así como flageladoras limpiadoras y secadores, y horno chamuscador para el repaso y limpieza de canales.

Escalde por duchas
El sistema vertical de escalde de cerdos es el sistema de escaldado más eficiente y sanitariamente más limpio para producciones a partir de 120 cerdos por hora. Mediante este sistema, las canales entran por un túnel de duchado sin tener contacto humano alguno. La canal realiza un ciclo en la que se le es proyectada agua caliente. Junto con otros escaldes de arrastre o rotativos, resulta un equipo óptimo para el escaldado, reduciendo el contacto humano con la canal durante esta fase, en comparación con sistemas tradicionales de balsa de escalde y arrastre mediante operadores.

Horno Chamuscador para la inocuidad en el matadero
El horno chamuscador es una máquina clave para la eliminación total de la suciedad y los restos de pelo que pudieran haber quedado tras el depilado. Mediante el flameado, el horno elimina cualquier rastro que pudiera contaminar la canal, esterilizando la canal. Para lograr la máxima eficacia de la máquina se aconseja además de un correcto lavado tras la depiladora, un secado amplio de la canal. Para este secado se recomiendan las flageladoras secadoras de Mecanova. Tras el flameado se requiere un túnel de limpieza con flageladoras verticales y horizontales que consiguen eliminar los restos de pelo chamuscado.

Flageladoras que facilitan la inocuidad en el matadero
Tras el depilado, el repaso de canales se realizará con la máxima eficacia si se utilizan flageladoras limpiadoras, que combinan la limpieza con agua y el flagelado continuo de la canal, o el secado y flagelado, dependiendo del tipo de máquina. Esta automatización del proceso supone una solución a los inconvenientes que pudiera representar la eliminación de pelos y suciedad que tradicionalmente se ha hecho siempre de modo manual, tales como la contaminación salmonela o legionela.